Cada miércoles, los chicos resignaban parte de su recreo de mediodía para preparar el viaje en colectivo que los depositaría en San Telmo; cada miércoles los abuelos nos esperaban para trabajar, muchas veces con el trabajo adelantado. Y siempre con algo para compartir: torta, alfajores, gaseosa...
Las visitas se sucedieron durante junio. El contacto de los abuelos con los chicos fue enriqueciendo la experiencia. Los chicos vieron a sus abuelos reflejados en los concurrentes del Hogar de día, y los abuelos vieron reflejados a sus nietos en ellos.
Esto es lo que decian algunos de los alumnos que participaron de estas visitas
"Yo el miércoles pasado fui uno de los que fueron al hogar. Me pareció algo distinto, yo me lo imaginaba diferente pense que iban a ser como mi abuela que por ahi a veces para matar el tiempo ve television, pero ellos siempre estaban juntos jugando a algo. No sé por que habia más mujeres que hombres. Me gustó haber ido y conocido algo diferente a lo que uno piensa y tambien ver o imaginarse como seria mi abuelo que yo por mala suerte no pude conocer a ninguno" Julián Aliaga
"El hogar de día nº19 me parece un lugar fantástico donde las personas mayores pueden ir a pasar la tarde y entretenerse. Ahí pude ver que cada uno hacía lo que sabía lo mejor posible y tenían un objetivo en común ayudar" Octavio Zuccolo
"Me gustó mucho la experiencia de trabajar con gente mayor. Me impresionó la voluntad que le ponían y las ganas que tenían de ayudar a otra gente. Además me gustó como nos trataron y nos recibieron." Pablo Reto
"Fue una buena experiencia, me sentí bien ayudando y colaborando a los que no tienen la posiblidad de comprar la ropa, mucho no ayude porque nunca supe cortar bien con la tijera pero igual salió bastante bien. Si me preguntan te quedas con las ganas de quedarte más tiempo , es decir a mi no me pareció el tiempo suficiente, pero igual estuvo todo muy bueno. Bueno eso." Pablo EchavarriaAlgunas fotos para compartir
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